SESIÓN 7: ¿Y AHORA QUÉ?
Conviviendo con tus hijos adultos
Por último, concluiremos nuestro tiempo juntos y compartiremos algunos pensamientos finales; tipo una charla motivacional. Gracias por invertir en tu relación con tus hijos, ¡vale la pena!
Status: In Progress
Session ToolsHemos tenido muy buenas conversaciones sobre cómo hacer vida con nuestros hijos adultos. Espero que haya sido de ayuda y te haya traído ánimo mientras estás creciendo en tu nuevo rol. También espero que ya hayas podido empezar a aplicar algunos de los principios.
Para terminar, quiero dejarte con algunos pensamientos. Como una charla motivacional. Primero que nada, quiero agradecerte. Quiero agradecerte por hacer el fuerzo de relacionarte lo más sanamente posible con tus hijos adultos. Creo que si ese no fuera tu propósito, no te habrías comprometido para pasar por este proceso de aprendizaje y dedicar tiempo para aprender nuevos acercamientos y principios con relación a cómo amar a tus hijos. Por esto te felicito.
Segundo, quiero que sepas que tus experiencias, tu sabiduría, tu fidelidad y amor hacia tus hijos es importante y de gran valor. Es reconocido y es apreciado aún en esos momentos donde parece que no. Esta nueva forma de relacionarse no es una carrera de 100 metros, es una maratón, así como muchas de las cosas que hacemos en la vida que realmente valen la pena. Así que no te desanimes si no ves un progreso de inmediato o resultados rápidamente. Tu creador conoce tu corazón, y te está diciendo aún ahora mismo, “Bien, siervo bueno y fiel…”
Por último quiero desafiarte con el reto que está en la portada de mi libro. Mantén tu boca cerrada y la alfombra de bienvenida lista. Posiblemente tendrás que repetirte esto varias veces al día, porque definitivamente es más fácil decirlo que hacerlo. Créeme, yo lo sé. Hablo por experiencia. No siempre he hecho esto a la perfección, así que este desafío es tanto para mí como para ti. ¿Sabes en qué más puedes confiar en mí? En que vale la pena. Cada vez que decides permanecer callado, cada vez que decides escuchar con mente abierta, cada vez que decides darle la bienvenida a tu hijo cuando fácil y justificablemente podrías mejor mostrarle dónde se equivocó; cada encuentro llevado con amabilidad es una inversión en una relación con abundante confianza y apertura a que tu hijo te invite a entrar. No hay nada más hermoso que una relación que opera a través de la abundancia.